Bienvenidos al sitio de Guille Lugrín.
-Cantor de folklore entrerriano que busca el reflejo de su gente, sus diferentes Paisajes y Sonidos.
-Compositor de canciones en los géneros de su lugar Chamamé, Milongas, Chamarritas y Tanguitos Montieleros.
-Autor de distintos proyectos de investigación y difusión de la musica Entre Rios que también encontraran en este sitio.

Versos Escritos

Comparto versos y escritos, más para el papel que para la canción. Gracias por pasar y leer.


La Fragua del Diablo (Romance Desordenado para Abelardo Dimotta)
“Es Varón” dijo Vicente
lleno de luz su rostro italiano.
La sonrisa débil en los ojos
de la madre charrúa, lo miraron.
Teresa es toda Gualeguay, amor y abrazo.
El gurí recién nacido se abre al mundo
Entre dos seres tan distintos, tan humanos.
Es que así será su vida de,
Un solo hombre,  bien entero
Pero dos costados bien marcados
por un lado algo de dios
por otro, mucho de Diablo
Y un aire criollo dijo desde el viento
será de Villaguay, será Montiel,
y se llamará: Abelardo

El niño creció en las soledades
por perder a su madre muy temprano
Y así sobrellevó, estando solo
esa Causa triste a sus pocos años.
El triste motivo de su vida
fue Vivir con el llanto soterrado
Solo un consuelo crecía en el muchacho
Su acordeón y una música templada
en el fuego de su numen desbordado.

Es que tu música venía desde adentro
De ese  Montiel que llevabas
como agreste  escapulario.
Poniendo por testigos a los baguales
Te bendijo el Gualeguay
la tarde que lo cruzaste a nado.
Su  espinal, tu corona.
Tu ponchito,  tu sudario.
De dolor y fuego vas maldito
Solo la música fue alivio en tu calvario.
Abelardo Dimotta.
Un hombre y dos costados
Tu inspiración era dios,
pero tu fuelle al soplar…
era la fragua del Diablo!!!  

De azufre y de carbón,
aire de barro oxidado,
ardía en montes de enero
aquella fragua del Diablo.
Avivaban a su llama inextinguible
Las ginebras y los wiskis de fiado
 Así el alcohol iba forjando
Armonías de futuro, melodías del pasado
No eras un diablo de maldades,
del odio y del rencor un soberano,
Sino un dios de vicio y luna
Un ángel de sombra y vasos largos.
Un tenue cantor de las tristezas.
Un guerrero en su regreso de exiliado.
Tu aura respiraba lerda y mustia
de humedad, sofocón y sol pesado.
Así sonaba tu llama creadora
forjando algún sonido milenario.
No tuviste al dios de la ternura…
Viviste en el infierno de los bravos!
             
Así serás porque así fuiste
Un hombre y dos costados
Tu inspiración era dios
Pero tu fuelle,  Abelardo.
Cuando soplaba…
Era la fragua del Diablo!

Casi 9 coplas para decir por que Canto

Soy hijo de una cantora
Legado de voz y orilla
Padre y abuelo de nácar
Que a la “acordíon” le hacían.

Y que me fueron guiando
De la bordona a la prima
Para que cante, y canto
Aunque parezca mentira.

Pero la verdad no miente
Dice nuestra sabiduría
Y no soy cantor por eso
Por más que la sangre pida.

Soy cantor porque veo el mundo
Salirse de mi voz maldita
Y regresar bendecido
Si es con versos y melodías

Canta mi voz que no tiene
donde callarse la vida.
Y aunque haga mal la ginebra
más tomo y más me explica.

 La verdad de  los cantares
que se cantan,  que se vibran
que se gimen, que se mueren
que se duelen, que se gritan.

Es así como me defino
Cantor de una voz tullida,
pero corazón caliente
porque ahí la sangre respira.

Que vengo desde una voz
Y de unas manos cenizas
Que acariciaban el aire
como a la flor la llovizna

No quiero el silencio encima
Soy cantor porque no tengo
Donde callarme la vida


Los Viejos (a mis padres)

Los viejos así, panadero en el aire

Los viejos allá como hojita en el cauce

Los viejos se van como el sol de los sauces
ni antes ni después, caen cuando caen.

Los viejos ya son la ceniza del antes.

Los viejos así, panadero en el aire..